La provincia de Castellón cuenta con cinco estrellas Michelin

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A las tres existentes de años anteriores se suman dos más, una para el restaurante Llavor de Oropesa del Mar y otra para el Rubén Miralles de Vinaròs

Málaga acogió la  Gala Michelin, un acto que reconoce la excelencia culinaria y sitúa a chefs y restaurantes en la élite gastronómica mundial.

La provincia de Castellón suma y sigue, a los tres restaurantes que contaban con la Estrella Michelin, en esta edición se suman dos más, loen el mapa de la alta cocina española. que asenta a nuestra provincia

Así, este año revalidan la Estrella Michelin los restaurantes Cal Paradís (Vall d’Alba), con Miguel Barrera al frente; Atalaya (Alcossebre), de Alejandra Herrador y Emanuel Carlucci; y Raúl Resino con el restaurante que lleva su nombre (Benicarló).

A estos tres se suman este año el restaurante Llavor (Oropesa del Mar) con el chef Jorge Lengua y Rubén Miralles (Vinaròs) con el restaurante que lleva su nombre.

Llavor

Bajo ese nombre, un término valenciano que podríamos traducir como «semilla», este restaurante ubicado en lo alto de Oropesa (en una zona de urbanizaciones) debe verse, sin duda, como un gran hallazgo gastronómico.
El moderno local, dotado con una gran terraza y maravillosas vistas tanto al Mediterráneo como a las localidades limítrofes, tiene tras los fogones a Jorge Lengua y Adrián Peralta, dos jóvenes chefs oriundos de esta tierra. La experiencia, que toma forma a través de dos menús degustación (Flores de Colores y Nubes de Mariposas), suele comenzar con unos fantásticos aperitivos en la terraza y está definida por la creatividad, siempre con unas elegantes presentaciones que buscan exaltar los sabores de la región y la investigación que realizan en torno a la huerta, el mar y la montaña castellonense. ¿Un plato singular? Nos encantó el Calamaret a la brasa con papada, galeras y la Caseta D’Espadà. ¡Hay elementos decorativos efímeros en consonancia con la temática de los menús!

Rubén Miralles

Se oculta en un callejón a pocos metros de la céntrica Plaza Parroquial y supone una gran oportunidad si buscas una experiencia gastronómica. Rubén Miralles, el chef castellonense al frente, defiende una cocina actual que conjuga diferentes tendencias, sin radicalismos, con platos de producto y base tradicional que buscan invitarnos a un viaje culinario, desde el entorno cercano (reinventando recetas tradicionales) hacia los sabores del mundo, pues también hace guiños a la cocina árabe, peruana, asiática… La propuesta, de tinte creativo, se concreta en cuatro menús: Debé (ejecutivo, para los almuerzos de los días laborables), Producte (exalta la huerta y el mar, de temporada), Amarant (tipo degustación, vegano) y Rubén Miralles (el más gastronómico), ofreciendo estos dos últimos solo bajo reserva. ¿Platos destacados? Nos han gustado mucho, por su delicadeza y sabor, tanto el Tomate de colgar, salmorejo natural y fermentado como su Espardeña, espuma de boletus, majado y yema.

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