La Cooperativa de Viver recupera ocho variedades autóctonas de tomate en colaboración con la UPV

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En verano será la primera cosecha de estos tesoros hortícolas del Alto Palancia, rescatados del banco de germoplasma del Instituto COMAV

La Cooperativa de Viver, en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV), se ha propuesto recuperar y poner en valor ocho variedades de tomate autóctonas del Alto Palancia que se encontraban conservadas en el Banco de Germoplasma del Institut de Conservació i Millora de l’Agrodiversitat Valenciana (COMAV), perteneciente a la UPV. Un valioso patrimonio hortícola que se busca rescatar del olvido y reintroducir en el mercado a partir de este verano.

A través de este proyecto de recuperación, que comenzó el año pasado, se han identificado y caracterizado aquellas variedades tradicionales de la comarca que poseen unas particularidades agronómicas y de calidad prometedoras con el fin de ofrecer al consumidor un producto diferenciado, con una calidad elevada y un sabor auténtico.

Apuesta por la excelencia y la tradición

La iniciativa responde a la creciente demanda del mercado por productos de calidad organoléptica excepcional, frente a la deficiente calidad de muchas variedades comerciales actuales. Como se destaca en el informe del proyecto, «los consumidores europeos y valencianos valoran de forma creciente la calidad interna de las hortalizas en lugar de la calidad visual o aspecto exterior». La recuperación de estas variedades tradicionales no solo permite ofrecer un producto superior, sino que también contribuye al mantenimiento de la agricultura local más tradicional.

«Para la Cooperativa de Viver, este proyecto supone una oportunidad única para seguir diversificando nuestras producciones y ofrecer a nuestros clientes un producto con un valor añadido, ya que se trata de variedades tradicionales recuperadas», afirma Paco Ribelles, director del Área Agro de la cooperativa. «El consumidor actual busca cada vez más la calidad y la autenticidad en los alimentos, y estas variedades de tomate responden a esta demanda».

Por su parte, Salvador Soler, investigador de la UPV y responsable del proyecto, destaca la importancia de la colaboración entre instituciones: «La sinergia entre la universidad y la cooperativa es fundamental para el éxito de este tipo de iniciativas. La UPV aporta el conocimiento científico y la experiencia en la caracterización y mejora genética, mientras que la Cooperativa de Viver aporta el conocimiento del sector y la capacidad de llevar el producto al mercado».

De la caracterización a la mejora genética

El proyecto se ha desarrollado en varias fases, que incluyen caracterización morfológica, agronómica y de calidad; tipificación de las variedades; selección de las mejores variedades; determinación de la incidencia de enfermedades en la comarca del Alto Palancia; y mejora genética a través de un programa de retrocruzamiento para introducir resistencia a las enfermedades identificadas.

La UPV es la encargada de la caracterización, tipificación, selección, estudio de enfermedades y mejora genética, mientras que la Cooperativa de Viver se encarga del cultivo de las distintas variedades y su reintroducción en el mercado.

Los primeros resultados del proyecto han revelado la gran diversidad existente en la colección de variedades de tomate del Alto Palancia, encontrando diferencias significativas en cuanto a color, forma del fruto, peso, número de frutos por racimo y composición química, entre otros caracteres.
Resultados preliminares y variedades destacadas

De las 24 entradas de tomate colectadas en la comarca por el grupo de Conservació i Millora de Varietats Trdicionals d’Hortalisses de l’Institut COMAV, y tras la caracterización y tipificación de las mismas, se han seleccionado los ocho tipos varietales con mayor potencial teniendo en cuenta sus características agronómicas, especialmente aquellas relacionadas con el rendimiento y la uniformidad, pero también sus características químicas y nutritivas. Estas ocho variedades recién plantadas en campos de la cooperativa son: tomate ‘Acostillado de Viver’, tomate ‘De Penjar de Viver’, tomate ‘Terrero de Viver’, tomata ‘Valenciana Blanca-Rosa de Viver’, tomate ‘Rosado Plano de Jérica’, tomate ‘De Penjar de Jérica’, tomate ‘Del Pebre de Jérica’ y tomata ’Valenciana Blanca de Altura’. Esta selección se ha realizado de forma coordinada entre la UPV y la Cooperativa de Viver.

El proyecto incluye además el desarrollo de líneas avanzadas de mejora con introducción de genes de resistencia a las enfermedades que presenten incidencia en la comarca del Alto Palancia, de donde son originarias las variedades de tomate seleccionadas. Los tipos varietales obtenidos del programa de desarrollo de variedades resistentes mediante retrocruzamiento seguirán conservando las características de calidad propias de su carácter tradicional. Este programa se realizará también de forma coordinada y participativa entre la UPV y la Cooperativa de Viver.

Recuperación del patrimonio hortícola de Viver

El reto es realizar un programa de mejora en el cual, partiendo de variedades autóctonas del Alto Palancia, se producirán nuevos tomates mejorados pero que seguirán manteniendo en su totalidad sus características originales y su singularidad. Estos resultados permitirán dinamizar a medio y largo plazo el cultivo de estas variedades tradicionales en su zona de origen posibilitando una mayor rentabilidad y competitividad comercial de las mismas, al mismo tiempo que se promueve una actividad agrícola sostenible y adaptada al cambio climático.

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