La empleabilidad, la reputación del sector, la gestión, el cambio climático y el rechazo a nuevas figuras tributarias conforman la hoja de ruta |
Una importante cita empresarial en torno al turismo, a la vivienda, a la movilidad y a la innovación ha tenido lugar hoy en Barcelona en la que se ha reunido a representantes empresariales de Comunitat Valenciana, Cataluña, Aragón y Baleares.
En materia turística, Fede Fuster presidente de HOSBEC y vicepresidente de CEV ha liderado el debate de la mesa de turismo en la que se han identificado las principales retos del sector que conforman su hoja de ruta de los próximos años, en la que han coincidido las cuatro comunidades autónomas. Para Fuster, «en un momento en que el ocio y los viajes han escalado posiciones para estar en el top 3 de prioridad de gasto de los consumidores, españoles, europeos e internacionales, es necesario adoptar medidas y preparar el sector para gestionar este éxito. La sostenibilidad no es ahora ni una estrategia ni una opción. Es el camino. No hay otro. Es utilizar los recursos con el objetivo de conseguir una actividad económica permanente en el tiempo».

Las conclusiones son claras en los seis niveles analizados: empresarial, social, regulatorio, público, estratégico y fiscal.
A nivel EMPRESARIAL la principal preocupación es la EMPLEABILIDAD. Para las cuatro comunidades es prioritario atraer y retener talento, mejorando la empleabilidad mediante marcos laborales más flexibles que atiendan a la estacionalidad, incorporando innovación tecnológica e inteligencia artificial para mejorar condiciones laborales y reforzar la competitividad. Otro aspecto especialmente destacado es el prestigio de la profesión del turismo, con su valor de formación, de innovación y tecnología, ademas de la integración social.
A nivel SOCIAL, el principal reto es reforzar la reputación del sector turístico, poniendo en valor su contribución al desarrollo económico, la generación de empleo y la cohesión territorial. Es fundamental comunicar de forma clara los beneficios del turismo legal y regulado, así como su capacidad para impulsar infraestructuras, dinamizar comunidades y fomentar la sostenibilidad. Para ello, se requiere una acción coordinada entre sector público y privado que sitúe al turismo como un motor de progreso y bienestar compartido. Fuster ha puesto de manifiesto que «los movimientos de turismofobia son en realidad un mensaje contradictorio con la propia dinámica social , aquella que quiere viajar cuantas más veces mejor, y que desde luego no valoran la calidad de vida obtenida por el propio turismo y los efectos que irradia a sectores industriales, innovadores, movilidad o inversión internacional».
A nivel REGULATORIO, el foco debe estar en el control de la oferta turística ilegal. Garantizar un entorno competitivo justo y proteger la calidad del destino exige reforzar los mecanismos de inspección y control sobre aquellas actividades turísticas no registradas o que operan al margen de la normativa. La lucha contra la oferta ilegal no solo contribuye a preservar el tejido empresarial formal y los derechos laborales, sino que también mejora la experiencia del visitante y reduce tensiones sociales. Es necesario avanzar hacia una mayor colaboración entre administraciones y plataformas digitales, así como fomentar la concienciación ciudadana sobre la importancia de un turismo legal, seguro y sostenible.
A nivel PÚBLICO, la palabra clave es la GESTIÓN. Los ayuntamientos, los gobiernos autonómicos, diputaciones o consejos insulares, y el gobierno central deben preocuparse de gestionar esta nueva realidad social. El presidente de HOSBEC ha expresado que «la evidencia indica que dónde hay buena gestion los problemas se minimizan». La gestión eficiente de los flujos turísticos y la planificación con Big Data son esenciales para diluir percepciones negativas y gestionar con éxito los destinos.
A nivel ESTRATÉGICO, el reto es el CAMBIO CLIMÁTICO, con sus aspectos positivos como el alargamiento de la temporada turística hasta casi romper la estacionalidad, pero también con aspectos negativos que requieren planes de actuación público-privados consensuados en todos los destinos turísticos, con planes de contingencia.
A nivel FISCAL , todos los representantes empresariales están de acuerdo en que hay que HUIR DE NUEVAS FIGURAS TRIBUTARIAS que penalizan al turista y no solucionan los retos del sector, además de generar una presión fiscal excesiva sobre una actividad que es vital para el conjunto del Estado. En su lugar, se podría avanzar en una financiación singular de aquellos municipios turísticos que sufren desequilibrios por poblaciones flotantes.
De esta cumbre además se han evidenciado muchos problemas comunes en los que el sector empresarial turístico debe actuar de forma coordinada, por lo que se acuerda que la mesa de esta cumbre pueda continuar funcionando de forma operativa para materias concretas como estrategias de cambio climático, normativa regulatoria del sector o futuras figuras tributarias.