El alcalde de la Villa de El Toro, José Arenes, reconoce que “nuestro pueblo, nunca antes en la historia de esta feria, había registrado tal volumen de público. Este fin de semana no solo han venido profesionales, nos han descubierto cientos de personas”
La Villa de El Toro ha sido este fin de semana el epicentro de la actividad trufera de la provincia, de la Comunitat Valenciana y de España entera. Récord de visitantes para un pequeño municipio que no llega a los 300 habitantes pero que “es pura vida”.
Así lo ha descrito su alcalde, José Arenes, quien pone en valor la “grandeza de un pequeño tesoro que crece en tierra fértil y que es sinónimo de empleo y bienestar para mi pueblo”. La trufa negra concita cada año el poder de una actividad que tiene en la Villa de El Toro su feria más veterana a nivel nacional.
Esa feria ha hecho posible que en cuatro días se movilicen en el pueblo cientos de personas “que han tenido un impacto más que positivo en nuestro pueblo que queremos seguir poniendo en valor, trabajando cada año para que sea más grande. Porque quien nos visita, repite”.
Y eso es posible porque en este certamen “nos implicamos todos. El pueblo entero: los truficultores, los vecinos, los bares y restaurantes. Todos a una para seguir haciendo grande esta feria y poniendo en valor ese hongo que nos da la vida”, ha manifestado el primer edil.
Tras esta edición, “que ha pulverizado todos los récords”, el alcalde confiesa que ya trabaja en la de 2026. “Cada año aprendemos a mejorar respuestas, a ampliar propuestas y a crecer. Porque de eso se trata, de seguir haciendo grande a nuestro querido pueblo”, ha concluido el primer edil de la Villa de El Toro.















